La vocación es una llamada de Dios que hace a la persona: Arzobispado de Xalapa.
Por Irineo Pérez Melo
Xalapa, Ver., La Iglesia Católica celebra en el IV domingo de Pascua La Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, en donde refiere que la vocación es una llamada de Dios que hace a la persona, en el cual el Papa Francisco destaca cuatro términos que son inherentes a toda vocación específica: la gratitud, el ánimo, la fatiga y la alabanza.
Lo anterior se destaca en el comunicado dominical emitido por la Oficina de Comunicación Social de la Arquidiócesis de Xalapa, en donde señala que toda vocación supone alguien que llama, alguien que es llamado y la misión a la que la persona es llamada. Una misión importante de toda persona es descubrir en este mundo es la vocación a la que ha sido llamado.
En el comunicado, signado por el presbítero José Manuel Suazo Reyes, esta asociación religiosa señala que la primera llamada que Dios nos hace es la de la existencia Es el llamado a la vida que todo ser humano posee. La vida es el primer llamado que Dios nos hace.
Se expresa que para los que somos creyentes, vendrá más tarde la llamada a la santidad que se hace por medio del bautismo. Esta santidad se vive en el servicio que una persona hace al mundo en las diferentes áreas que existen: el mundo del trabajo, de la educación, de la política, de la economía… etc. La santidad se vive en la vocación laical, en la vida consagrada o en el sacerdocio ministerial.
Refiere el mensaje que el Papa Francisco envió por la celebración de esta jornada, en la que nos invita a contemplar nuestra vida a la luz de la travesía que los apóstoles emprendieron en el Lago de Galilea, después de la multiplicación de los panes (Mt 14, 22-33).
“El Señor nos llama a todos a seguirlo en una vocación específica como dijimos antes. Esta llamada es una aventura, que “no es pacífica”, dice el papa, “la barca de nuestra vida busca llegar a la orilla dispuesta a afrontar los riesgos del mar”, “a veces puede perderse o ser desafiada por los vientos contrarios de las dificultades, de las dudas y de los temores”, el Evangelio nos dice además que, en la aventura de este viaje difícil, no estamos solos, el Señor camina con nosotros”.
El papa destaca cuatro términos que son inherentes a toda vocación específica: la gratitud, el ánimo, la fatiga y la alabanza.
Finalmente, señala que en esta Jornada de Oración por las Vocaciones cada uno pueda redescubrir con gratitud su vocación, renovar con valentía su SÍ a Dios, vencer las adversidades con la fe en Cristo y “ofrecer su propia vida como un cántico de alabanza a Dios, a los hermanos y al mundo entero”.
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