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Investigador colombiano ganó premio a mejor tesis doctoral de la UV.

Investigador colombiano ganó premio a mejor tesis doctoral de la UV

  • Ronald Armando Fernández Gómez, egresado del Doctorado en Neuroetología, recibió el Premio “Arte, Ciencia, Luz” a la mejor tesis de doctorado 2021 
  • Su trabajo analiza las diferencias en el canto del gorrión conocido como rascador oliváceo (Arremonops rufivirgatus) 

David Sandoval Rodríguez 

Ronald Armando Fernández Gómez, egresado del Doctorado en Neuroetología del Instituto de Neuroetología de la Universidad Veracruzana (UV), ganó el Premio “Arte, Ciencia, Luz” al mejor trabajo recepcional 2021 en la modalidad de tesis de doctorado. 

El egresado, quien realiza una estancia posdoctoral en la Universidad de Nariño, en Colombia, trabajando con el grupo de investigación en ecología evolutiva, comentó que su premio “es una carta de presentación para futuras oportunidades, muestra un respaldo institucional y no fue fácil, por el número y calidad de trabajos enviados, por eso a nivel personal es muy grato”. 

Su tesis se titula “Divergence in acoustic signals and neuroethological implications for the vocal communication in allopatric neotropical sparrows” y se enfoca en las vocalizaciones –cantos– del rascador oliváceo (Arremonops rufivirgatus), un pequeño gorrión que destaca por su conducta, consistente en rascar el suelo buscando su alimento. 

Recordó que el día que su director le notificó los resultados fue muy emotivo, “estaba con mi familia y pude compartir el momento con mis seres queridos, me regresó a la memoria todo el esfuerzo que me llevó hasta ese punto”. 

Fernández Gómez explicó: “Quería que mi proyecto fuera muy de la mano con el quehacer del posgrado, que es de competencia internacional y está dentro del Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt)”. 

Para ello se enfocó en dos áreas: el comportamiento animal y las neurociencias, pues egresó de Biología y siempre ha estado enfocado en los aspectos ecológicos.

“Mi idea en este proyecto era armar y explorar un fenómeno que me permitiera involucrar mi formación como biólogo en campo y conectarlo con las neurociencias”, recalcó. 

Tenía el interés de hacer un posgrado y comprender el funcionamiento del cerebro; en sus primeras exploraciones encontró que la mayoría se enfocan en humanos y sus aspectos clínicos y médicos, a diferencia de su formación en fauna silvestre. 

Fue así que supo del Instituto de Neuroetología y observó que se trabajaba también con fauna, pensó que tal vez por aquí podía enfocar esa idea e inició con la Maestría en Neuroetología con un fuerte componente ecológico, “estudiando la conducta con aves y durante el desarrollo de las asignaturas se hizo necesaria la argumentación de los tópicos, comencé a explorar las bases neurológicas de la comunicación en aves, en particular sus cantos, y comencé a vislumbrar mi proyecto doctoral”. 

Comentó además que su director de tesis, José Roberto Sosa López, es investigador especializado en comunicación animal e impulsor del Laboratorio de Bioacústica y Ecología del Comportamiento del Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional (CIIDIR), Unidad Oaxaca, del Instituto Politécnico Nacional (IPN). 

En el Instituto de Neuroetología, su codirector fue el investigador Jorge Morales Mávil y recibió el apoyo de varios miembros del instituto, entre ellos Daniel Hernández Baltazar. 

“Me llamó la atención cómo las aves vocalizan y que esto, además, ha sido inspiración para los artistas en general y para los músicos en particular; cabe pensar que si la forma en que vocalizan se asemeja a la forma en que nosotros nos hablamos, si se comprenden o hay variantes regionales, precisamente en eso enfoqué mi trabajo”, detalló.

Ronald Fernández explicó que en 2017 hizo una estancia en el Departamento de Psicología de la Universidad de Alberta, Canadá, bajo la dirección de Christopher Sturdy, quien es responsable de un laboratorio que estudia los procesos neuronales asociados a la comunicación acústica en aves. “Fue el laboratorio ideal para conocer esa técnica y aplicarla de regreso a mi proyecto con especies neotropicales de México”. 

El rascador oliváceo es una especie que tiene presencia en varias regiones desde Norteamérica hasta Sudamérica, pero ocurre con una distribución disruptiva, es decir, que hay algunas áreas en Yucatán, Jalisco, Guerrero, Oaxaca y Chiapas, que implica un aislamiento geográfico. 

“No sabemos con exactitud hace cuántos miles o millones de años se separaron, aunque hay pocas diferencias y pensé: ¿será que se comportan diferente, como nosotros, tendrán una especie de dialecto en la costa y otro en el centro? Efectivamente, resultó que las aves tenían cantos diferentes.” 

Su segunda pregunta fue si estas diferencias eran importantes para las aves y efectuó experimentos de playback donde ponía cantos de una región a la población de otra región del país para observar sus reacciones. 

En la siguiente etapa analizó los aspectos neuronales con una población cercana al instituto a la que realizó pruebas; sin embargo, dijo que fue difícil “porque era la primera vez que se hacía este experimento con especies neotropicales y con esta técnica en particular, entre los resultados encontramos que a nivel neuronal no ocurre la diferenciación encontrada en campo”. 

Finalmente, destacó: “México me recibió muy bien, me ha permitido estudiar e investigar con el apoyo de las becas del Conacyt y tuve la fortuna de aprovechar mi trabajo de investigación para conocer el país”. 

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