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Ante rebrote de COVID-19, la Iglesia Católica exhorta a no bajar la guardia en la aplicación de medidas sanitarias… 

Recomienda evitar aglomeraciones y atender la sana distancia, y tomar conciencia del cuidado integral de nuestra salud.

Por Irineo Pérez Melo

Xalapa, Ver., Ante el rebrote del COVID-19, la Arquidiócesis de Xalapa exhortó a la feligresía a “no bajar la guardia en la aplicación de las medidas sanitarias con el fin de evitar los contagios y contribuir a detener la propagación del virus”, de acuerdo a la tercera circular del año en curso, del pasado 9 de julio del año en curso, signada por el arzobispo Hipólito Reyes Larios.

Esta circular se da a conocer, luego de que las autoridades sanitarias han informado de un rebrote del COVID-19, con nuevas cepas identificadas en diversas partes del mundo debido a la mutación que el virus ha tenido, se señala en el comunicado dominical difundido por la Oficina de Comunicación Social de la Arquidiócesis de Xalapa.

En el documento se destaca que, desde marzo de 2020, la Arquidiócesis de Xalapa tomó diversas determinaciones para cuidar la salud física y espiritual de los feligreses:

Se suspendieron eventos masivos en lugares cerrados, como es el caso de los retiros, encuentros de formación y momentos celebrativos de fiestas patronales; el catecismo parroquial de los niños empezó a ofrecerse en forma virtual y para las personas vulnerables y aquellas que se confinaron en sus hogares empezaron también a ofrecerse las transmisiones de misas y oraciones a través de las plataformas digitales.

Los hogares cristianos, aprovechando los recursos que ofrecen los medios de comunicación, se convirtieron en espacios de encuentro con la Palabra de Dios, favoreciendo momentos de formación y celebración de la fe en familia, refiere el documento.

Se indica que la asistencia a las celebraciones litúrgicas se ha estado llevando a cabo con un aforo reducido, teniendo en cuenta las dimensiones de los templos. Incluso, donde ha sido posible, se han aprovechado las celebraciones al aire libre o en espacios abiertos.

“Un gran acierto, ha sido el hecho de mantener los templos abiertos para que las personas tuviesen un espacio sagrado a dónde acudir para su oración personal y meditación. La Iglesia no puede cerrarle las puertas a todos los que llegan necesitados de una palabra de consuelo y de ayuda. Por eso también se han mantenido abiertas las Cáritas y las oficinas parroquiales para brindar ayuda a muchas personas sea con despensas, medicina, consejería e incluso con apoyo de otros bienes.

La crisis sanitaria nos ha llevado a tomar conciencia del cuidado integral de nuestra salud. Pues además de la salud física, es necesario atender la dimensión espiritual, afectiva y emocional, se menciona.

El Arzobispo exhortó en su circular a reforzar todos los cuidados necesarios “como la sanitización constante de los espacios y lugares, el uso correcto del cubrebocas, el lavado de manos frecuente o uso de gel antibacterial, guardar la sana distancia, evitar aglomeraciones, ventilar los lugares donde se realicen las actividades, el uso de tapetes con líquido sanitizante a la entrada de los templos y salones, evitar el saludo de paz con la mano, recibir la comunión en la mano, trasladar el momento de la colecta al final de la Misa y todo aquello que contribuya a evitar los contagios”.

Sobre la administración del Sacramento de la Reconciliación, el arzobispo recomienda recurrir a la celebración penitencial con absolución general y en casos muy necesarios, impartir el Sacramento de manera personal, en lugares amplios y bien ventilados, de manera que pueda guardarse la sana distancia entre el confesor y el penitente.

En el caso de la atención a los enfermos, es recomendable la asistencia espiritual por medio de las videollamadas y aprovechar las gracias que la iglesia ha ofrecido en este tiempo de pandemia como es el caso de la indulgencia plenaria para los enfermos y aquellos que los cuidan.

El cuidado de nuestra salud es muy importante y debemos fortalecer además nuestra confianza en Dios que nunca nos abandona y camina cerca de todos nosotros para superar las adversidades que la vida nos presenta. Debemos poner en acción toda nuestra responsabilidad para cuidarnos y cuidar a los demás, se indica, por último.

 

 

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