Además de ahuyentar la paz, ha provocado más pobreza, abandono e inseguridad, señala.
Por Irineo Pérez Melo
Xalapa, Ver., La escalada de violencia que se vive en amplias regiones de México “debilita el estado de Derecho y eso aumenta la corrupción y ahuyenta la paz”, realidad que preocupa a los obispos de nuestro país, asegura la Arquidiócesis de Xalapa.
En el comunicado dominical emitido por la Oficina de Comunicación Social de esta asociación religiosa refiere los resultados de la 108 Asamblea Plenaria que llevaron a cabo los obispos mexicanos durante los días 11 al 15 de noviembre, en la Casa Lago de Guadalupe en Cuatitutlán Izcalli, estado de México, en donde se destacó que esa violencia “ha provocado más pobreza, abandono e inseguridad”.
“Nos parte del alma, constatar los múltiples asesinatos, secuestros y extorciones que permanecen impunes”, resalta el documento signado por el presbítero José Manuel Suazo Reyes.
En dicha reunión, se indicó el Plan Global de Pastoral 2031-2033 fue el eje inspirador de las diferentes actividades y reflexiones que los prelados mexicanos realizaron durante esos días.
En el mensaje emitido, se señala que el estado “debe velar por la seguridad de los ciudadanos, ofreciendo condiciones dignas, seguras y bien remuneradas a las fuerzas del orden, y a todos los ciudadanos nos corresponde cuidarnos los unos a los otros”.
Los obispos también se refirieron a la pobreza, quienes señalaron que “cada vez hay más pobres en México que no tienen lo básico para vivir dignamente. Esa situación, señalaron, es un caldo de cultivo para que adolescentes y jóvenes pobres se involucren en la delincuencia o puedan ser sujetos de todo tipo de manipulación: social, política o religiosa”.
La situación que vivimos en México, se menciona, “nos obliga a revisar nuestro camino, para buscar nuevas formas de compromiso que nos unan para conducir nuestro país a lo que queremos que sea. Es una oportunidad para sumar esfuerzos y construir un México unido y en paz”.
Aunque el presente sea complicado y fatigoso, debemos mirar el futuro con esperanza y encontrar caminos de reconciliación y hermandad. “En el Acontecimiento Guadalupano cuyo aniversario pronto celebraremos, señalan los obispos, descubrimos, que el odio y la división se vencen con la fe, el amor, el perdón y la paz”, se estableció.
Los obispos cerraron su mensaje con una invitación a hombres y mujeres de buena voluntad, a las instituciones de México y, especialmente, a todos los católicos a construir una paz firme y verdadera, refiere el comunicado.
“¡No dejemos que el mal venza! ¡Venzamos el mal a fuerza de bien! Necesitamos sanear la vida social. No hay paz sin verdadero desarrollo y sin justicia. ¡Trabajemos todos juntos y organizados por la paz y la vida!”, se señala, por último.
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