entrepoliticos.com.mx
Información y análisis sin miedo a la verdad

Celebra la Arquidiócesis de Xalapa el primer aniversario de haber recibido monseñor Sergio Obeso el Capelo Carnalicio…

En el marco de la festividad de San Pedro y San Pablo, el Cardenal concelebró la Sagrada Eucaristía en el 2018.

Por Irineo Pérez Melo

Xalapa, Ver., En El marco de la festividad de San Pedro y San Pablo, la Arquidiócesis de Xalapa recuerda que hace un año, monseñor Sergio Obeso Rivera recibió con gran gozo la entrega del Capelo cardenalicio.

En el comunicado dominical emitido por la Oficina de Comunicación Social de esta asociación religiosa, se señala que “este 28 de junio su Eminencia Sergio Cardenal Obeso Rivera celebró su primer aniversario como Cardenal de la Iglesia Católica. El 29 de junio de 2018, en la Plaza de San Pedro, el nuevo Cardenal concelebró la Sagrada Eucaristía en la fiesta de San Pedro y San Pablo”.

San Pedro y San Pablo son dos grandes personajes; que ambos proceden del judaísmo, Simón era pescador y Saulo el perseguidor de la Iglesia, se recuerda en el documento signado por el presbítero Juan Manuel Suazo Reyes.

Se indica que luego de haber tenido un encuentro personal con Cristo se convierten en los Pilares de la Iglesia. Simón será llamado Pedro, es decir, la Piedra o Roca sobre la que se construye la Iglesia y Saulo, recibirá el nombre de Pablo, un apasionado de Cristo y predicador incansable del evangelio.

Se señala que estas dos grandes columnas de la Iglesia se conocieron, se encontraron en más de una ocasión, dialogaron e incluso discutieron sobre cuestiones decisivas; teniendo carismas diferentes supieron poner al servicio de Dios la riqueza de su propia diversidad.

Los dos confesaron el mismo evangelio, incluso con su propia vida; ambos fueron martirizados en la capital del imperio, por ello la ciudad eterna conserva también sus restos mortales, expresa la Arquidiócesis.

La vida y vocación de estos dos grandes apóstoles del cristianismo deja muchas enseñanzas; se podría pensar en la experiencia de encuentro o en el llamado; se puede también destacar su radicalidad en el seguimiento de Cristo hasta derramar su sangre; pero también se puede subrayar el aspecto de la fragilidad.

“Pedro y Pablo llevaban un estilo diferente de vida antes de encontrarse con Cristo, después de que han vivido esta experiencia de que Dios pasara por su vidas vivieron una transformación radical, uno se hizo pescador al servicio del reino de Dios; el otro de perseguidor de la Iglesia se convirtió en apóstol del Evangelio de Cristo crucificado. No nos cabe ninguna duda, de que lo que produce esta transformación es el poder de Dios”, se señala por último en el comunicado.

 

 

 

Los comentarios están cerrados.